El género Dromaeosaurus engloba a una serie de dinosaurios saurisquios terópodos dromeosáuridos que vivieron en nuestro planeta hace aproximadamente 76 millones de años, en el Período Cretácico.
Sus restos fósiles han sido hallados en el América del Norte (Wyoming, Montana y Alaska) y Canadá (Alberta y Saskatchewan), por lo que son unos vestigios que en la actualidad pueden considerarse exclusivamente americanos.
Su nombre proviene de la lengua griega y significa «reptil corredor«, una característica que no solamente es del Dromaeosaurus sino de la familia dromeosáurida.
Es en esta misma familia en la que también aparecen otras especies más conocidas como el Utahraptor o el Velociraptor.
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Taxonomía del Dromaeosaurus
Reino | Filo | Clase | Superorden | Orden | Suborden | Infraorden | Familia | Subfamilia | Género |
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Animalia | Chordata | Sauropsida | Dinosauria | Saurischia | Theropoda | Coelurosauria | Dromaeosauridae | Dromaeosaurinae | Dromaeosaurus |
- Dromaeosaurus perteneció al reino de Animalia.
- Lo encontramos clasificado en el filo Chordata.
- Sauropsida es la clase a la que perteneció.
- Obviamente es englobado en el superorden Dinosauria.
- El orden en el que es clasificado es Saurischia.
- Perteneció al suborden de Theropoda.
- El infraorden en el que lo encontramos clasificado es Coelurosauria.
- La familia a la que perteneció es Dromaeosauridae.
- La subfamilia en la que fue clasificado es Dromaeosaurinae.
- El género al que estamos haciendo referencia en este artículo es Dromaeosaurus.
En la actualidad se ha determinado únicamente una especie perteneciente a este género, D. albertensis, esta es a su vez la especie tipo ya que alrededor de la misma se ha realizado toda la investigación científica con la que podemos contar en la actualidad.
No obstante es muy importante aclarar en este momento que esto no significa que únicamente haya existido una especie, ya que el hallazgo de nuevos restos fósiles pertenecientes al mismo género pero que presentaran diferencias notorias podría suponer la determinación de una nueva especie.
Por este motivo desde esta plataforma haremos todo lo posible por mantener actualizada esta información ante cualquier cambio que pudiera producirse en la taxonomía de este animal prehistórico.
Características de este dinosaurio
Este ejemplar, como ya seguramente podemos deducir, era un animal que podía alcanzar grandes velocidades, con una estructura de un largo total de 180 centímetros y un peso aproximado a los 28 kilogramos.
La cualidad que más llama la atención de este ejemplar es en realidad la extraña anatomía que presentaba, debido a que la forma en la que las extremidades traseras están situadas, y además por la curiosa y potente garra que este animal poseía justo al final de dichas extremidades.
Esta potente garra tenía la característica de estar hipertrofiada, adicionalmente también era similar a una hoz, la cual se encontraba precisamente ubicada en solo uno del total de los dedos, concretamente en el dedo número 2.
Si empezamos a comparar el tamaño de dicha estructura de este ejemplar con el tamaño de la garra de otros dinosaurios considerados dentro de los dromeosáuridos, podemos decir que los dos grupos resultaban tener tal garra, de dimensiones similares.
Así como también, se puede presumir que los dos grupos de ejemplares se servían de este recurso para poder atacar a sus más feroces enemigos en el momento en el que lo necesitasen.
Se considera que la garra habría sido un recurso que probablemente haya causado numerosas y profundas heridas en los cuerpos de esos animales que se atrevían a atacar o a luchar con el Dromaeosaurus.
Sobre el elemento craneal de este dinosaurio podemos decir que es diferente al cráneo de otros ejemplares denominados como dromeosáuridos, tanto por el tamaño, que en realidad resulta ser menor, como por la consistencia y solidez de los elementos óseos que lo conforman.
Estos datos característicos de dicha estructura son los que en realidad hacen parecer que el cráneo pertenezca a otro dinosaurio denominado como Tyrannosaurus, pero en una dimensión mucho menor, por lo tanto en la actualidad ya no hay lugar para confusión alguna.
Acerca de la zona del hocico podemos decir que este era realmente grueso y rudo, y que además poseía en su interior una estructura dental muy numerosa y rica, cuyos dientes gozaban de un filo bastante peligroso y presentaban una serie de curvas.
Se cree que estas curvaturas ayudaban a sostener a las víctimas realizando la función de un gancho, de modo que los animales que quedaran atrapados entre esos elementos dentales no pudieran salir simplemente dando tirones.
Sobre los elementos oculares podemos decir que estos se alojaban en depresiones lo suficientemente amplias como para no sufrir el golpe del impacto al momento de atrapar a la presa.
Además de ello, se ha podido descubrir que este animal presenta una estructura diseñada de un modo perfecto para reducir el daño que provoca el impacto al mover los dientes cuando estos trituraban o masticaban con gran potencia la carne de la víctima que habían logrado capturar.
Lo curioso y realmente interesante es que este espécimen también tenía bastante desarrollado el sentido del olfato, por lo que podía llegar a detectar a grandes distancias los olores de otros animales e incluso de la sangre de estos.
Pero este no era el único sentido extraordinariamente desarrollado ya que también tenía muy bien especializado el sentido del oído, por lo que era casi imposible andar en su territorio sin ser escuchado por el ejemplar protagonista de este artículo.
Sobre su alongado cuello podemos decir que este disfrutaba mucho de la cualidad de la flexibilidad, además se puede ver claramente que tiene la forma de una curva.
De igual forma las quijadas, además de tener la misma forma, eran bastante resistentes, cualidad necesaria para poder brindar la mordida potente que mencionábamos anteriormente.
En cuanto a la zona de la cola podemos detectar que esta también disfrutaba de mucha flexibilidad, además de esto se ha llegado a descubrir que esta zona de la cola se encontraba vinculada al cuerpo mediante un conjunto de elementos óseos que gozaban de la forma de un barrote.
Dicha estructura era capaz de lograr que la cola se encontrara casi siempre en una posición erguida, es decir, en una posición vertical y no horizontal, a diferencia de otros ejemplares conocidos con los que se le suele comparar.
Así mismo, el cráneo, que se pensaba que era una estructura con cualidad neumatizada (parcialmente hueca, como los huesos de las aves actuales), no lo era finalmente.
Se llegó a esta conclusión ya que se pudieron encontrar un conjunto de placas que se situaban justo en la zona media de los dientes, del mismo modo se hallaron elementos óseos que pertenecían al mismo cráneo y que consecuentemente tampoco resultaron ser neumatizados.
Un detalle que todavía no se ha podido comprobar de modo científico pero que es muy probable que haya sido así, es que este ejemplar denominado Dromaeosaurus haya presentado un conjunto de elementos próximos a las plumas.
Esta teoría es igualmente aplicada a otros ejemplares que lograron presentar tal característica, como por ejemplo podemos mencionar al Velociraptor, sin olvidar tampoco que el Microraptor presentaba dichas plumas de igual modo.
El descubrimiento del Dromaeosaurus
La especie reconocida bajo el nombre de Dromaeosaurus albertensis fue encontrada en 1914, por un sujeto que luego iba a dar con el paradero de muchos otros restos, un gran buscador conocido como Barnum Brown.
Este paleontólogo realizó dicha labor en una zona cercana a un río de nombre Red Deer, en el país que queda al norte de los Estados Unidos.
Estos vestigios en realidad fueron un cráneo que se encontraba en un estado de conservación no tan malo, el cual presentaba una longitud de más de 20 centímetros, así mismo también se lograron obtener elementos óseos que pertenecían a las extremidades posteriores.
No obstante, los hallazgos se siguieron llevando a cabo, puesto que después fueron encontrados otro grupo de elementos óseos y un conjunto numeroso de dientes, en la misma provincia , de igual forma esto empezaba a suceder en la zona oeste del país americano.
Además de ello, se ha llegado a afirmar también que este animal es uno de los más escasos en cuanto a vestigios fósiles, por lo que en realidad los hechos que podamos llegar a conocer sobre él no es comparable a la información de otros especímenes, los cuales obviamente se encuentran mejor documentados.
Fue dos años después de ya iniciada la década de 1920, que los científicos como Barnum Brown y como Diller, se decidieron a realizar la famosa reseña de este animal.
Es a partir de este momento que este ejemplar es colocado dentro de una familia totalmente diferente, además de ello se sabe que uno de los ejemplares emparentados de forma directa con él, era el propio Deinonychus.
Este detalle es fundamental, ya que fue necesario que se obtuvieran varias estructuras pertenecientes al Deinonychus, para que se pudiera realizar la reconstrucción de la estructura ósea del Dromaeosaurus de forma exitosa.
Como ya mencionamos, aunque en muchos libros y muchos documentos se le puede observar a este dinosaurio de forma completa, esto en la realidad no es así, ya que los vestigios son muy escasos como para poder representar realmente al animal.
No obstante, la reconstrucción se realizó gracias a la comparación que se le hace con otros animales que resultan ser verdaderos parientes directos de éste, solo de esa forma la ciencia ha logrado recrear y exponer al Dromaeosaurus.
Para concluir este artículo, a continuación te dejamos con un vídeo sobre el Dromaeosaurus que te permitirá ampliar un poco más la información acerca del mismo:
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